La Yogaterapia es una terapia milenaria que une la respiración con algunas Asanas para así favorecer la mejora de la salud.
Yogaterapia o Yoga como Terapia
Para realizar yoga no es necesario ser partidario del estilo zen ni de las velas e inciesos. Actualmente, practicar Yoga es lo que se lleva y, sobre todo, decírselo a todo el mundo. Pero, esta actividad es más que un entretenimiento que tarde o temprano pasará, algo respaldado por los miles de años que lleva existiendo.
Las técnicas de Yoga tienen muchos beneficios, tanto psicofísicos como energéticos, y están comprobados tanto por la experiencia misma como por estudios científicos, los cuales remarcan las propiedades curativas y preventivas en aquellos pacientes que tienen ansiedad, estrés, anemia, fibromialgia, asma, cefaleas, artrosis, diabetes, estreñimiento, colesterol, cáncer de mama, hipertensión, varices, lumbago…
Utilizado como técnica de rehabilitación y de recuperación segura, el Yoga favorece la intención de romper el círculo creado por dolor – tensión – miedo – dolor ligado a enfermedades crónicas, consiguiendo que se acpete la realidad, se entienda la enfermedad y se pueda convivir con ella. El Yoga se considera la ciencia de la vida, investigando y experimentando, de forma objetiva y consciente, lo que ocurre en ese lugar y en ese mismo momento.
Toma de conciencia
Cuando se practica Yoga de forma terapéutica, como prevención o curación, se plantea una recuperación tanto física como mental y emocional a través de un entrenamiento progresivo para movimiento, flexibilidad y resistencia, aumentando la tolerancia a la actividad, la oxigenación de la sangre y la vitalidad, fortaleza y resistencia de los músculos, huesos y articulaciones.
Mediante la relajación y la observación de nuestra experiencia física, las numerosas técnicas de Yoga se orientan a coger conciencia de nuestro cuerpo, sentir cada movimiento de forma profunda y progresivamente, unido al ahora y haciendo hincapié en la actitud y las ganas de recuperarse.
Existen investigaciones en las que se ha comprobado que al realizar tres sesiones de Yogaterapia a la semana, durante un periodo de tres meses, pacientes con pancreatitis crónica consiguieron mejorar su restistencia al dolor físico que les provocaba la inflamación del páncrea sin tener que tomar analgésicos. Además, al practicar Yoga de forma habitual durante doce semanas, estos pacientes consiguieron reducir los efectos del dolor psicológico.
Aumento de la calidad del sueño
Otras investigaciones han confirmado que, después de realizar Yoga dos veces a la semana, durante un mes y medio, se redujo la fatiga y se mejoró el funcionamiento físico de las mujeres con cáncer de mama que participaron en dicha investigación.
Además, los mismos investigadores comprobaron que el Yoga aumenta la calidad del sueño en personas con cáncer sin tener que tomar medicación, ya que disminuye el estrés y la ansiedad que generan el dolor cronico, elevando las defensas inmunológicas de su cuerpo.
Otros estudios afirman que realizar Yoga puede mitigar los dolores que suelen asociarte a la osteoartrosis y también que las técnicas como el Yoga (en las que participan cuerpo y mente) son efectivas al usarlas como terapia complementaria al tratar los trastornos músculo-esqueléticos.
Respirar mejor
También pueden beneficiarse de los efectos físicos y psicológicos del Yoga aquellas personas que padezcan asma. Esta enfermedad se encuentra caracterizada por la hipersensibilidad de los bronquios, que se encogen y se reducen provocando que sea más complicado respirar, además de los silbidos que la caracterizan y a los que se suma la congestión de las vías aéreas.
Cuando la pared de los bronquios se inflama, lo que ocurre es que la mucosidad se vuelve más densa y complica los procesos respiratorios generando los ataques de asma. El Pranayama es magnífico para reorganizar y estabilizar las funciones fisiológicas y también las energéticas, aumentando la calidad de vida de aquellas personas que padecen asma. Además, las posturas que realizan extensiones hacia atrás son muy útiles en estos casos, ya que levantan el pecho y favorecen su apertura.
Hay investigaciones que hablan de la influencia del Yoga y de las técnicas de respiración en personas que tienen daño crónico en el aparato respiratorio. Kapalabhati (respiración rápida abdominal) favorece la estimulación de los tejidos del pulmón, relaja los músculos del pecho y revitaliza el organismo completo. Anuloma Viloma (respiración alterna) genera una sensación de serenidad y tranquilidad.
La respiración que se realiza en Yoga, mejora el control de los estados emocionales, la salud mental y la armonía de aquellas personas que padecen trastornos del sistema nervioso central como depresión, trastornos del sueño, angustia… Asimismo, favorece la disminución de los bloqueos físicos y de las tensiones a nivel muscular.
Así, uno de los beneficios de la Yogaterapia que perciben las personas con fibromialgia es la relajación de las estructuras musculares. A través del aprendizaje de la respiración realizada en Yoga de forma consciente, se facilita que el paciente esté más calmado y se pueda realizar un trabajo interior más profundo.
Al principio, lo que se pretende es fomentar la movilidad y la elasticidad de las principales articulaciones del cuerpo, y también la creación de una memoria de movimiento que incluye el ejercicio muscular y su progresivo estiramiento. Se pide muy poco esfuerzo y éste va aumentando de forma gradual.
Conforme pasa el tiempo, se incluyen posturas y movimientos simples y fáciles para trabajar zonas concretas del cuerpo y los músculos que incluyen. De esta forma conseguimos mejorar la capacidad de esfuerzo que poseemos y también la resistencia, favoreciendo el ejercicio de los músculos a través de la relajación.