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El Yoga suele dividirse en ocho aspectos (ashtānga), que están interrelacionados en distintas facetas que son reveladas mediante el estudio de los textos y de la práctica, que se van internalizando cada vez más, conduciendo progresivamente a los estados más elevados de la consciencia y hacia la vida espiritual.

Los Ocho Miembros del Yoga juegan un papel en la consecución del estado de armonía. Estos son:

 

Yama

La esencia es no dañar ninguna criatura viviente, ni en pensamiento, palabra, ni obra. Proporciona la base del comportamiento moral. Es aquello que nos debemos abstener y eliminar de nuestras vidas, para dejar fluir lo nuevo, representa la parte divina de la muerte, si no muere un estado no hay espacio para lo nuevo y poder renacer. Está compuesto por los preceptos éticos ahimsa, satya, asteya, brahmacar, aparigrana. Estos principios de la vida recta son universales y forman parte de la base del Yoga.

  • Ahimsa: abstenerse de todo tipo de violencia, respeto por la vida propia y por la vida en general para no seguir generando karma (ley de Newton acción-reacción). Si nuestras acciones son negativas, generamos deudas con la vida.
  • Satya: no mentirse a sí mismo, ni a los demás. Al mentir se distorsiona la realidad de las cosas. Se debe vivir de acuerdo a nuestra propia verdad, pero estar dispuestos a cambiar, si fuera necesario. La confianza hacia nosotros mismos y en los demás depende de cómo vivamos satya.
  • Asteya: no apropiarse indebidamente de lo ajeno. No robar objetos, tiempo, ni energía. No echarse encima el dolor de los demás, separar y respetar las responsabilidades de cada persona.
  • Aparigraha: el querer acumular más de lo necesario. Soltar apegos y desprendernos de la avaricia, porque lo que nos sobra, le hace falta a otra persona. En Yoga es importante utilizar todo lo necesario para vivir y obtener de ellas las experiencias necesarias para obtener la consciencia, sin apegarnos y soltar, porque no nos pertenece.
  • Brahmacharya: castidad, abstinencia sexual. Bhama (divinidad) y charya (principio de Dios). Toda la energía sexual se debe utilizar para el crecimiento trascendental.

Nyama

Son las prácticas personales que debemos realizar, desarrollar la disciplina y la satisfacción mental en la vida diaria. Incluye la limpieza de la mente y del cuerpo (sauca), la satisfacción con lo que tenemos (santosa), austeridad, calor para quemar karma negativo (tapas), el estudio del Yo (svādhayāya) y el ofrecimiento de todos los pensamientos y acciones a Dios (Ísvarapranidhāna).

Àsanas

Son las posturas de Yoga, se consideran como poseedoras de las cualidades de firmeza (sthira) y alegría (sukham). Se requiere gran constancia, ética, disciplina para alcanzar el dominio y la perfección en ellas, extendiendo la respiración y separando los sentidos del mundo exterior. La concentración y la meditación proporcionan la absorción total. Cuerpo y mente se mueven en armonía y son absorbidos en el infinito, donde cesan las dualidades de la mente. Se dice que existen 840.000 āsanas, correspondientes a todas las posibilidades de movimiento del cuerpo humano. Los āsanas son el primer paso consciente, a partir de entonces tdos los miembros van integrándose. Para realizarlas de manera adecuada se precisan cinco cualidades: Sraddha (fé), Virya (vigor), Smrti (memoria), Samadhi (absorción), Prajnñá (sabiduría). Es necesario interiorizar las āsanas, mediante la práctica, la repetición, la comprensión y la sinceridad de propósito. Importante:

  • Conocer el nombre y significado de la āsana, conocer su esencia, perfeccionarla hasta interiorizarla en el cuerpo.
  • Total atención en cuerpo, mente y corazón. Se debe reflexionar al practicar, para desarrollar su potencial y profundizar, con humildad.
  • Receptividad y compromiso para sentir la sabiduría de cada āsana.

Prānāyāma

Es el arte de la respiración yóguica, consistente en la regulación y refinamiento de la inhalación, exhalación y retención del aire. El aprender a controlar y canalizar el soplo vital induce una actitud introspectiva y abre las puertas al conocimiento espiritual. Se compone del elemento base del aire donde el prānā es el enlace entre el organismo humano y el cosmos. Ayuda a desarrollar tranquilidad y es la base receptiva para la práctica de la meditación.

Pratyāhāra

Es el alejamiento de los sentidos del mundo externo y la concentración en el Yo interior donde las distracciones y elementos perturbadores exteriores no consiguen cruzar hacia el mundo interior. Ayuda a desarrollar tranquilidad, es la base receptiva para la práctica de la meditación.

Dhāhāra

La concentración ininterrumpida, con la mente fija en un punto u objeto determinado. Para alcanzarla se precisa una práctica constante.

Dhyāna

La meditación, el alcance de la concentración aumenta hasta que toda la mente abarca el objeto y lo contempla sin sobresaltos, donde el sujeto y objeto se acercan.

Samādhi

Es el estado de trascendencia más allá de la meditación, en el que el proceso psicológico se detiene y la conciencia queda totalmente absorbida en el alma. En un estado de beatitud y verdad. Samādhi es la culminación de la práctica de Yoga, pocas veces se alcanza. Está dividida en varios niveles de evolución espiritual, relativos a estadios cada vez más sutiles. El punto más elevado se describe como “Samādhi sin semilla”, y en él ya no queda rastro de acciones ni deseos en el alma. También recibe el nombre de Kaivalya, es decir, la separación del alma y la materia. El Yogui completa su viaje involutivo hacia la fuente y el sustrato de la creación, alcanzando la liberación.

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