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Durante muchos años se ha confirmado que el yoga es un método para el bienestar y la autorrealización.

Cada vez más personas saben que el yoga es muy bueno para el cuerpo y, por ello, esta actividad cada vez es más conocida.

Aun así, al trabajar nuestro cuerpo con el yoga, también trabajamos en la mente, ejercitando algunas capacidades necesarias para la vida que nos ayudan tanto a resistir en este mundo como a triunfar en el mismo.

En cuanto a capacidades, nos referimos a aquellas que se deben tener actualmente en la vida, independientemente de lo que hagas, de donde seas y en qué creas.

¿Cuáles son estas capacidades?

Paciencia

Se trata de la habilidad de esperar de forma tolerante.

Con el yoga se consigue mejorar la paciencia resaltando el desarrollo en vez de la meta final. Se hacen las posturas y otros ejercicios, pero sin esperar los resultados de forma inmediata.

Al no existir la necesidad de conseguir un objetivo concreto, se puede disfrutar de la práctica por completo y, por tanto, se ve favorecida la tolerancia a los resultados positivos tardíos y es posible conservar el equilibrio.

Atención

Se define como la habilidad de controlar el tráfico de la conciencia a un propósito concreto.

En el yoga se utiliza la respiración como punto esencial de atención. Esto fomenta que seamos más conscientes de las diferentes experiencias tanto mentales como físicas de la actualidad.

Conforme pasa el tiempo y se practican los ejercicios, la capacidad de concentración se hace cada vez más fuerte y tiene consecuencias positivas en la vida. La habilidad de elegir constantemente un área de atención entre diferentes estímulos, marca de forma directa la habilidad para aprender, hacer tareas y poseer experiencias productivas y agradables.

Flexibilidad mental

Es la habilidad de adaptación ante nuevas circunstancias.

Al realizar yoga, nos llega información nueva continuamente del cuerpo, de la mente, de los profesores o de otras personas que practican yoga a nuestro alrededor. Si nos basamos en esa información, constantemente tendremos que modificar nuestra postura o estado mental. La habilidad de modificar en función de las circunstancias favorece la flexibilidad mental y va más allá del yoga, poniéndose en práctica en la vida diaria.

La flexibilidad mental posibilita el aprendizaje y el crecimiento de forma continua, ayuda en la toma de decisiones correctas, en la creación de estrategias y en apartar las cosas negativas y quedarnos con las positivas.

Manejo del estrés

Se trata de la habilidad de afrontar las exigencias del día a día.

En la práctica de yoga, podemos ponernos en algunas circunstancias estresantes como nuevas posturas y que pueden llegar a ser un reto, las cuales hacen que nos enfrentemos a miedos y bloqueos de nuestra mente. Conseguimos aprender a afrontar estas circunstancias realizando esfuerzos de forma constante aunque existan obstáculos.

Al realizar yoga de forma continua, se aprende a soltar la ansiedad respondiendo a las exigencias de las posturas o de las circunstancias del momento. Cuantos más obstáculos se superan, más nos fortalecemos y aprendemos para afrontar los retos que aparezcan en el futuro.

 

Autocontrol

Es la habilidad de impedir los impulsos, las reacciones involuntarias o las malas costumbres.

Con el yoga se aprende a tomar conciencia de los patrones físicos y mentales para aprender a tener autocontrol, aceptando estos patrones como parte de nuestro organismo y teniendo la posibilidad de cambiarlos con nuestro trabajo.

Al realizar un esfuerzo para generar cambios positivos y evitar todo lo negativo, conseguimos tener cada vez más autocontrol. En yoga se intenta que nos deshagamos de todos los límites impuestos por nosotros mismos en nuestra mente al aprender a dirigirla.

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