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El yoga es un instrumento mental y físico con el que se consigue el equilibrio. Desde el desconocimiento, se dice que es una actividad sólo para mujeres o que no es para personas que practican otros deportes, porque hace daño a los músculos.

Pero, en realidad, el yoga es muy beneficioso para cualquier persona, independientemente del género, y numerosos deportistas lo realizan para poder relajar el cuerpo y entrenar la mente.

Aun así, el yoga tiene otros muchos aspectos positivos pero que no son muy conocidos todavía.

Organiza la mente

Aquellas personas que realizan yoga de forma habitual, aumentan notablemente la atención, la capacidad de visión y escucha, la coordinación, la imaginación y la memoria. Este tipo de capacidades mentales son las que se necesitan para resolver conflictos y alcanzar objetivos.

Existen diversos estudios que afirman que hay la evidencia necesaria para concluir que el yoga es más beneficioso que el ejercicio físico excesivo.

Conserva el buen humor

Cuando se practica yoga se produce la liberación de serotonina, elemento que implica la tranquilidad del sistema nervioso y que consigue que disminuya su ritmo.

También se libera GABA, elemento que favorece el control del tomo muscular y también frena el sistema nervioso central.

Por ello, no es excesivo afirmar que el yoga nos hace más felices, puesto que el buen humor es un síntoma muy conocido de la felicidad.

Se duerme mejor

El yoga consigue que los pensamientos conscientes se relajen y también las pulsaciones del inconsciente, por lo que se consigue que la mente se tranquilice. Además, tiene varios efectos positivos directos sobre el cuerpo, en parte por la serotonina que se libera.

De esta forma, se favorece la creación de melatonina, hormona que se encarga de la regulación del sueño. Gracias a esto, las personas que practican yoga consiguen dormir mejor al terminar el día.

Fomenta la longevidad

Es un valor que no suele ir unido a la calidad de vida, pero al practicar yoga se pueden conseguir ambas cosas.

Hay investigaciones que han afirmado que la meditación a la que nos lleva el yoga es un elemento fundamental para evitar el desarrollo de enfermedades crónicas y precoces.

Meditar y practicar yoga benefician el tamaño del cerebro, la velocidad de los impulsos en sus neuronas y los genes. De hecho, hay evidencias en algunos estudios que determinan que aquellas personas cuyos padres han realizado yoga de forma habitual tienen una mejor condición genética, es decir, practicar yoga regularmente genera cambios positivos en la herencia genética.

Favorece la intimidad

Cuando se realiza yoga, se favorecen algunos factores como la flexibilidad y la capacidad aeróbica y anaeróbica, los cuales son muy importantes en la cama. Aunque el beneficio que más se destaca por el yoga es el aumento y la tonificación de los músculos de la pelvis y del abdomen.

Asimismo, el yoga ayuda en la reducción del estrés, considerado el promotor de algunas circunstancias que pueden perjudicar la sexualidad.

Practicar yoga aumenta la vitalidad y la apariencia física de las personas, algo que también se relaciona mucho directamente con la intimidad de la pareja.

Por tanto, hacer yoga no se trata de coger aire y alargar la espalda, sino que es más de lo que se puede llegar a pensar. Al practicarlo y unirlo con una alimentación sana se conseguirá tener una vida más feliz y estable.

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