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Actualmente, nos encontramos en un mundo muy alterado que la mayoría de veces no nos deja parar por un momento y disfrutar los pequeños placeres del día a día. Para los padres de esta época es complicado tener tiempo para pasarlo con sus hijos y, además, estar en forma o realizar ejercicio físico.

Por ello, cada vez hay más personas que deciden incluir a su pareja y a sus hijos en actividades físicas o deportes que pueda realizar toda la familia. El yoga es una de estas actividades físicas, y cada vez es más conocida ya que no excluye a ningún miembro de la familia por la edad que tenga.

Beneficios de hacer yoga en familia

Físicos

El primer aspecto en el que tu familia y tú os daréis cuenta de que hay mejoras al empezar a realizar yoga será en el físico. Es debido a que cada postura colabora en el aumento de la flexibilidad y la fortaleza de nuestro cuerpo, consiguiendo hacer cosas que antes éramos incapaces de realizar.

Otro de los puntos positivos es que, con la facilidad de los movimientos, es posible que nuestra salud física se vea mejorada porque ayuda a tener una mejor circulación de la sangre y también a incrementar las funciones cerebrales por la concentración que se necesita.

Emocionales

Se trata de uno de los aspectos que se ve más favorecido con las interacciones que se producen cuando se hace yoga en familia. La posibilidad de trabajar en las posturas de yoga con los hijos o la pareja permite que se fortalezcan algunos valores como la entrega, la lucha, la colaboración y el respeto.

Hacer yoga incita a la reflexión, a cualquier edad, por ello los niños tendrán la capacidad de escuchar y entender sus necesidades. Además, practicarlo con el resto de la familia hace posible que desarrollen su empatía, algo muy importante para conseguir comprender a otras personas y relacionarse bien con los demás.

Entre los beneficios emocionales, también puede darse importancia a las habilidades de comunicación que se necesitan y que siempre se fomentan en la práctica de yoga. Es muy práctico a la hora de incluir a los hijos con edades de 14 a 18 años, debido a que durante la adolescencia hay pocos chicos que se comunican realmente con sus padres y con el yoga se fomenta la rotura de estas barreras.

Practicar yoga nos asegura el fortalecimiento de los vínculos con todos los componentes de la familia, independientemente de las diferencias entre generaciones, ya que el yoga significa unión.

Confianza

Este beneficio también es muy importante, aunque puede considerarse dentro de los emocionales. La práctica del yoga familiar crea uniones entre todos los miembros de la familia, lo cual fortalece la confianza entre ellos y también con uno mismo.

Hay que tenerlo muy en cuenta sobre todo en los niños desde muy pequeños ya que, si se desarrolla pronto, cuando sean adultos podrán tener los elementos necesarios para cumplir sus sueños.

Mentales

En el yoga, una de las bases más importante es la respiración, algo que puede ser muy favorable dentro de la familia para conseguir eliminar aquellos pequeños enojos que puedan existir. Es algo habitual en las familias que discuten y se enfadan, aunque lo importante es saber cómo solucionar las situaciones sin dejar de quererse, y la respiración favorece este aspecto.

Además, es posible que fomente, en todos los miembros de la familia, la capacidad de tener paz mental, y también facilita retos de concentración, algo que cuando se domina puede ser muy beneficioso para numerosos aspectos de sus vidas.

Espirituales

No es necesario que la espiritualidad esté unida a la religión, por eso este beneficio no es algo que deba preocuparnos. En la práctica de yoga en familia, la espiritualidad que se adquiere está más relacionada con la adoración tanto a uno mismo como a las personas que nos rodean, con el sentimiento de amor hacia la naturaleza y las fuerzas del universo.

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